La canciller alemana, Angela Merkel, ya recomendó a finales de agosto no viajar a estas zonas de riesgo, después de que su gobierno pactase con las regiones un revisión de los protocolos aplicados a los viajeros que retornen desde los países incluidos en la lista.
En lugar de una realización masiva de pruebas, las autoridades alemanas son partidarias ahora de imponer cuarentenas a estos viajeros, de tal forma que no abandonen el aislamiento hasta que no hayan dado negativo en un test realizado al menos cinco días después de su entrada.